Emo Park es un tablero colorido y divertido en el que una serie de personajes están realizando diferentes acciones. Me recuerda a los libros de ‘Buscando a Wally’ porque va a permitir que nuestros hijos se concentren, observen, busquen y encuentren las emociones que hay representadas en las tarjetas que lleva Emo Park. Para ello utilizarán las Emo-marionetas que dan mucho juego. Hay tres Emo-marionetas de fieltro reversibles de colores. Cada una de ellas es una emoción: la alegría es el amarillo, la calma el verde, el enfado el rojo, el miedo el azul fuerte, la tristeza el azul clarito y la sorpresa el naranja. El juego ofrece muchas posibilidades a padres y educadores. A mi se me ocurren hasta tres formas diferentes de jugar. Os las hemos explicado en nuestro vídeo y ahora en este post las abordo al detalle. Seguid leyendo para conocerlas.
La primera vez que jugamos seguimos las instrucciones del juego. Por turnos cada jugador coge una tarjeta del mazo sin mostrarla al resto de participantes. Al verla escoge una marioneta (en la tarjeta figura la cara y el color de la marioneta para que sea reconocible por los más pequeños). Esta está asociada con la emoción que representan los personajes del dibujo de la tarjeta. Es fácil de entender de manera rápida e intuitiva. Entonces tiene que narrar la acción pero sin decir las palabras que en la tarjeta aparecen como prohibidas. Es decir si salen dos niños alegres jugando a la peonza, tiene que explicar esta situación pero sin decir las palabras: peonza, jugar, niños. Imaginación al poder. Hay un reloj de arena que va a contar 30 segundos que es el tiempo que tiene cada jugador para describir la acción y que el resto de participantes la adivine y sitúe en el tablero. El más rápido en acertar gana esa tarjeta. Y a partida se la lleva quién tiene más tarjetas después de que cada participante ha representado 4 emociones.
¿Por qué me gusta? Hace que los niños piensen rápido. Que sean creativos en el uso de las palabras ya que no pueden utilizar las que aparecen cómo prohibidas. Es decir va mucho más allá de representar las emociones. Estimula la memoria, el razonamiento, la expresión verbal y la comunicación. Como periodista una de las cosas que mejor me han ido en esta profesión ha sido aprender a explicar los hechos utilizando sinónimos, también la posibilidad de practicar la expresión oral. Así que Chapeau! con Emo Park.
Como os decía empezamos jugando de esta manera pero después Valentina nos pidió hacerlo con mímica. El procedimiento es el mismo pero se trata de representar el dibujo que aparece en la tarjeta con gestos. De esta manera los jugadores no sólo tienen que encontrar la acción representada en el tablero sino también adivinar qué emoción o a qué marioneta se refiere. Es una buena manera de hacer que los peques expresen las emociones de manera gestual ¿No os parece?
Y como os decía las Emo-marionetas os darán mucho más juego. Por la noche, cuando acompañéis a vuestros hijos a la cama podéis pedirles que escojan una de ellas en función de lo que les haya pasado ese día. Decirles, “quiero que me cuentes algo que haya pasado hoy. Escoge la marioneta del color que mejor represente el sentimiento de lo que me vas a contar”. Aquí podéis ayudarles, por supuesto, pero dejadles hablar. Por la noche, antes de irse a dormir los peques cuentan muchas cosas y hacerlo con la Emo-marioneta lo verán como un juego, aunque vosotros les ayudaréis a gestionar posibles conflictos, situaciones y emociones.
Podéis incluso con amigos jugar al carrusel de las emociones en el que por turnos cada uno escoge una marioneta y dice que le ha provocado ese sentir. Es decir, aprovechar para hablar de que nos hace sentir miedo, tristeza, alegría… hablar de las causas y ver qué podemos hacer cuando tenemos esa emoción.
Cómo veis es un juego con muchas posibilidades. Cayro se ha basado en recientes estudios e investigaciones para crear una propuesta coherente, unificada y práctica. Nosotros os la recomendamos. Podéis comprar aquí vuestro Emo Park por 24,95 euros.
