Aventureros al tren. Mucho se está hablando de este juego de mesa, y más concretamente sobre su segunda edición, enmarcada en el continente europeo. De entrada observamos su atractiva presentación, con una caja que exhibe una lujosa locomotora como las de antaño. Está creado por Alan Richard Moon, un habitual diseñador que se alzó con el premio Spiel des Jahres en 2004. Su éxito en Estados Unidos propició la aparición de expansiones y secuelas, y no ha sido hasta ahora, cuando, en España, comienza a ser mucho más conocido. El boca a boca está funcionando muy bien para este producto de la marca Days of Wonder. El juego consiste en crear diferentes líneas por toda la geografía de Europa, en una dinámica que puede llegar a durar entre los 30 y los 60 minutos aproximadamente. Según las reglas pueden participar de dos a cinco jugadores, con un mecanismo muy sencillo, a través del cual podrán ir uniendo las diferentes ciudades sobre el mapa.
En su interior podemos encontrar un pequeño folleto de instrucciones que, para los más despistados, contiene además algunos ejemplos del desarrollo del juego. En pocos minutos aprenderemos a disfrutar con él, y lo que es más importante, podremos invitar a toda la familia a que participe, incluso a los más pequeños de la casa. Los jugadores irán ganando puntos para crear rutas de tren, el que más consiga ganará la partida.
También nos llama la atención un mazo con 158 cartas ilustradas con diseños que recuerdan a máquinas y vagones de tren de principios del siglo XX. La verdad es que son una preciosidad, gracias a que muestran ese halo romántico que siempre ha tenido el ferrocarril. Hay que recordar que las locomotoras, catorce en total, actúan de comodín.
Otro mazo de cartas, 46 en concreto, muestran los destinos a los que podemos llegar con nuestros trenes. Una parte dedicada a los grandes recorridos, y otras calculadas sobre distancias más cortas. Estas tarjetas actúan a modo de premios, exhibiendo una serie de puntos que irán sumando los jugadores a medida que vayan completando sus rutas. El conteo de los mismos lo iremos controlando con la numeración que aparece alrededor del tablero.
Una vez repartidas las cartas y los vagones comienza el juego, cada participante puede realizar varias acciones en su jugada, desde cambiar cartas con el mazo, intercambiarlas, y colocar los vagones sobre el tablero en función de los colores que van apareciendo. Probablemente así escrito pueda resultar algo farragoso, por lo que os recomendamos que veáis algunos de los videos publicados en la red.
Como decíamos, el juego ha ido creciendo en popularidad, expandiendo sus valores y posibilidades con toda una colección de complementos que van, desde los mapas de otros países (Países Nórdicos, Alemania, Italia, Suiza, …) e incluso continentes (África y Asia principalmente), hasta incluso pequeñas incorporaciones como el especial dedicado a Halloween, con un tren lleno de calabazas, u otro con nada menos que Godzilla como protagonista.
El tablero también ha saltado a su formato digital, permitiendo jugar con él en iPad, dispositivos Android y Steam. Europa, Suiza, Asia e India están ya disponibles. Se trata de una versión ideal para aquellos que se consideren almas solitarias y no tengan un compañero “físico” para jugar. En la red seguro que encontraréis muchos amigos y fans de este entrañable juego, que ya se ha abierto un hueco en el corazón de los aficionados a los juegos de mesa. ¡Viajeros al tren¡